A mis amigas mujeres. A mi misma
En la certeza, en la locura
soy esa mujer que se pierde.
Sin embargo espero bajo las estrellas
un golpe de suerte.
No disipan mi llanto los licores, ni tus besos,
menos los recuerdos;
tampoco es la nostálgica noche quién me somete
cuando quiero llamarte.
Es el deseo que me invade.
menos los recuerdos;
tampoco es la nostálgica noche quién me somete
cuando quiero llamarte.
Es el deseo que me invade.
Es en la quietud del amanecer,
Es en la alegría que me toma cuando pienso
en los tesoros que se me ofrecen en el viaje ,
prohíbo mi letargo
Del libro "En la frontera de tu cuerpo"
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